VALÈNCIA. Ally McBeal nació como nacieron muchas otras sagas televisivas: por encargo. La Fox estaba triunfando con Melrose Place y sus directivos decidieron que querían otra serie para emitir a continuación, una que pudiera atrapar a un público entre los dieciocho y los treinta y cuatro años y que evitara que la gente cambiara de canal. El encargo recayó en el guionista David E. Kelley, que recibió también la premisa de que los personajes protagonistas fueran mujeres jóvenes, ambiciosas y atractivas. El guionista había estrenado una serie sobre abogados en otra cadena (The Practice, que en España se estrenó con el título de El abogado) y, puesto que él mismo comenzó dedicándose a la abogacía, optó por darles esa profesión a sus nuevos personajes. Se le suele atribuir a Sexo en Nueva York el haber sido la pionera a la hora de introducir un imaginario femenino claro y sin tapujos en la parrilla televisiva, lo cual es cierto, pero no hay que olvidar que, aunque fuera sexualmente menos explícita, Ally McBeal se estrenó nueve meses antes. Fue una serie de una indiscutible originalidad y su feminismo fue uno de los elementos que más se usó para glosarla y también para criticarla.
Entre otras cosas, Ally McBeal convirtió en estrellas a casi todo su elenco femenino, compuesto casi todo él por actrices que hasta entonces no estaban en primera fila. Calista Flockhart venía del teatro y se presentó a la prueba agotada por el trabajo y el jet lag. Leyó el guion que le dieron en plan «que sea lo que Dios quiera», pero cuando Kelley la escuchó tuvo claro que no tenía que seguir buscando actriz principal. Fue así como Flockhart se convirtió en una joven abogada que, tras denunciar haber sido víctima de acoso sexual en el trabajo, pierde su empleo. Un encuentro fortuito con un compañero de carrera la lleva a ingresar en el bufete de abogados Cage & Fish. Ese será el escenario principal de las tramas de esta combinación de drama y comedia (los americanos lo llamaban dramedy). McBeal no tardará en descubrir que su exnovio Billy ‘Bizcochito’ Allen Thomas (Gil Bellow) trabaja en la oficina y está casado.
Una serie sin tapujos y sin filtro
Esta no fue una serie de abogados al uso, con escenas de tribunales y juicios. El trabajo aportaba un contexto para que los personajes se expresaran y, en el caso de las mujeres, exhibieran sus talentos. McBeal es una mujer moderna, independiente y con una enorme imaginación. La acompañan su secretaria Elaine (Jane Krakowski), entrometida y sexy a partes iguales. Y también la temible Nelle Porter, que se incorporó a la serie a partir de la segunda temporada (como anécdota hay que señalar que la actriz que encarnó al personaje, Portia de Rossi, también había trabajado antes como abogada). Nelle llegó prácticamente de la mano de Ling Woo, una amante de la moda y un carácter algo retorcido que terminará uniéndose a Cage & Fish. El papel de Woo se lo quedó Lucy Liu, que originalmente se presentó para el papel de Nelle, pero a Kelley le gustó tanto la actriz que se inventó el personaje de Woo para ella. A pesar de eso, su representante tuvo que convencerla casi a la fuerza para que aceptara. Bellow y Flockhart se conocían de haber trabajado anteriormente y eso aportó una química especial a una serie escrita por el propio Kelley, que firmó 111 de los 112 episodios. Uno de ellos, La boda, tuvo que ser reescrito completamente. En él, Ally iba a contraer matrimonio con Larry Paul, personaje encarnado por Robert Downey Junior y que tan solo unos días antes del rodaje fue detenido por un asunto de drogas.
Uno de los momentos álgidos de la serie fue cuando Ally, preocupada por su reloj biológico y la posibilidad de que su vida profesional le impidiera ser madre, acaba bailando con un bebé virtual al ritmo de Hooked On A Feeling. La escena causó furor y hoy en día sigue siendo carne de meme y gif. Otro momento musical fundamental fue el tema central, escrito e interpretado por Vonda Shepard. Aunque no era la canción de la artista que Kelley tenía en mente, acabó aceptando usar Searching My Soul, ya que descubrió que la letra reflejaba tan bien el espíritu de su protagonista que parecía impensable que no hubiese escrito el piloto escuchándola. Un detalle más en la consolidación de Ally McBeal como estandarte del feminismo en la pequeña pantalla. En uno de sus capítulos, la propia Ally confesaba que, en una de sus habituales ensoñaciones, se había visto en la portada de la revista Time como rostro del nuevo feminismo. La fantasía se hizo realidad cuando Newsweek proclamó al personaje como «la quintaesencia del feminismo», algo que, unas semanas después, puso en duda la propia Time cuando sacó en portada a Flockhart con el titular: «¿Ha muerto el feminismo?» Era evidente que no.
Fonda se negó a ser Ally
El flechazo artístico entre Kelly y Flockhart fue inmediato, pero antes se barajaron otras posibilidades. Le ofrecieron el papel a Bridget Fonda, que ni siquiera quiso leer el guion. Años después declaró que «no lo hice porque me daba miedo que el proyecto me entusiasmara. No quería hacer televisión, estaba muy centrada en los largometrajes para el cine».
La serie en datos
Duración: Cinco temporadas emitidas entre el 8 de septiembre de 1997 y el 20 de mayo de 2002. En España se estrenó en Tele 5 el 25 de marzo de 1999.
Premios: Cuatro Globos de Oro y siete Emmys, entre ellos el de Mejor Actriz para Calista Flockhart en 1998.
Cameos musicales: Los hubo de Al Green, Barry White, Tina Turner y la autora del tema principal, Vonda Shepard.
La sintonía: Searching My Soul, de Vonda Shepard.
¿Cómo verla?: En Blu-Ray y DVD.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 115 (mayo 2024) de la revista Plaza