Bodegas Monóvar es uno de esos lugares con magia, en los que se detiene el tiempo, donde viajas al pasado y disfrutas cada segundo del presente. Un espacio que atesora una joya enológica olvidada durante mucho tiempo, el Fondillón. Entrar en la mágica sacristía en la que reposan estos vinos durante décadas es una experiencia que jamás olvidarás.
Este reportaje forma parte del programa A sorbos y bocados de Plaza TV. Si te lo perdiste y quieres verlo, aquí lo tienes entero.